Silencié todos los ruidos.
Cierro los ojos
y en la oscuridad de mi mente
saltan estrellas opacas primero
que de a poco se convierten en siluetas
luego en imágenes
y por último
en recuerdos que tenía apretujados
entre mis costillas.
Sonrío o lloro
no lo sé
desde donde me encuetro
me es imposible
distinguir mi cuerpo.
La liviandad de mi cabello
de mis uñas
de mi saliva
me indican
que este día
a esta hora
aprendí que se puede no sentir.
Cierro los ojos
y en la oscuridad de mi mente
saltan estrellas opacas primero
que de a poco se convierten en siluetas
luego en imágenes
y por último
en recuerdos que tenía apretujados
entre mis costillas.
Sonrío o lloro
no lo sé
desde donde me encuetro
me es imposible
distinguir mi cuerpo.
La liviandad de mi cabello
de mis uñas
de mi saliva
me indican
que este día
a esta hora
aprendí que se puede no sentir.
Bello de verdad, escrito con el corazón en la mano. No lo dudes, te has abrazado a tu sentimiento en carne viva, solo resta comenzar a sentir.
ResponderEliminarGracias por todo y por tu permanencia.
Un cariño.
Juan